Muros legales Madrid

Desde el día 14 de noviembre de 2020 y hasta el pasado 24 de enero se realizó en la ciudad de Madrid una “prueba” que consistía en habilitar el uso de 2 paredes para ser intervenidas de forma libre, en este caso a través de la asociación WALL SPOT .

Desde hace más de 15 años wall spot sostiene este particular uso y gestión a través de plataformas online o aplicaciones móviles. El proyecto que no callo en nuestras manos el pasado octubre, si no hace más de 6 años cuando el propio Marc en sus primeras visitas, ya presento esto a la comunidad de Madrid.

 

En esas primeras visitas nos parecía algo positivo, si bien siempre argumentando que hay espacios con dinámicas ya creadas donde esto no debería entrar, pero si hay mucho espacio gris que podría ser muy interesante conseguir permiso para ser intervenido libremente. Con nuestro carácter de defender el graffiti y sus múltiples posibilidades creativas, no solo pensábamos eso si no que después de la prueba seguimos viéndolo necesario y repetimos

siempre que los muros que ya son gestionados por graffiteros (si bien de forma adquirida, estilo calle) no se vean perjudicados y esto se convierta en un circo de pintar y tachar, donde las cosas pueden acabar en más de una tragedia por faltas de respeto o desconocimiento de los códigos en los que el propio graffiti se basa.

Y así llegamos al momento que Marc nos confirma que la prueba se pone en marcha y como participar en el estreno.

 

Sinceramente fue una sensación que no llamaríamos nueva, pero si como una pequeña victoria frente a esos muros donde habitualmente transitas pero que están fuera de tus spots donde ir a pintar a sabiendas que duraran poco o nada. Al ver el cambio y ver como la motivación de pintarlos es tal, que de la nada aparezca gente que de no ser por esta opción jamás lo haría, sentimos que aportar nuestro granito de arena en que esto ocurra y que a la vez podamos mediar por que el graffiti sea protagonista y no excluido, es parte de nuestro trabajo.

Que los muros se intervengan por artistas contratados o por asociaciones o para acciones publicitarias etc, no es nada nuevo, para eso están los muros y para eso está la pintura, para crear algo en un vacío.

Pero que cualquier persona con la intención única de crear o expresarse pueda hacerlo de esta forma, mediante una aplicación, esto si tiene un punto diferente.

Sobre todo cuando estos muros que repartidos por la ciudad, como puentes, muros de contención, para sonidos, muros que son de todos, que no son de fincas privadas o de vecinos etc.

Estos muros que habitualmente son pintados y repintados por el ayuntamiento, cuando aparecen firmas o frases políticas. Realmente deben ser abiertos a la persona creativa.

 

De hecho, ocurre en localidades como Getafe y Torrelodones donde hace años que esta iniciativa nos consta y da buen resultado. También hace un par de años  el mismo ayuntamiento de coslada realizó una acción de uso de un muro Style Urban Coslada

Pero al aparecer un “gestor” de toda esta idea, nos dimos cuenta de que suscita, miedos, dudas incluso rechazo y aprovechamos este post para hacer algunas preguntas a Marc de Wall Spot, que creemos que pueden preguntarse los escritores, frente al fenómeno de los llamados muros legales en Madrid

¿Cómo impulsor y pionero cuéntanos como empezó esto?

En 2006 se implementó la ordenanza del civismo en la ciudad de Barcelona. Los espacios donde muchos escritores de graffiti pintaban de forma libre y alegal, de la noche a la mañana, empezaron a ser territorios vedados. Esto generó un boom en firmas, tags y en general graffiti y artistas o escritores que creaban piezas elaboradas, que requerían tiempo de ejecución, se vieron desterrados de la ciudad.
En 2009 decidimos buscar la fórmula para que pintar en la ciudad fuera legal apoyándonos en
una solución tecnológica. Así nació el proyecto “Persianas Libres”. Convertíamos los cierres en muros legales cíclicos que se repintaban cada 80 días por una persona nueva haciendo una reserva del cierre en cuestión a través de una web.
En 2010 sacaron otra normativa para multar las intervenciones en las persianas, cosa que nos expulsó de la ciudad de Barcelona. A principios de 2011 hicimos un evento en el barrio de Malasaña (Persianas Libres Madrid) con más de 140 persianas pintadas en un solo día.
Dos años más tarde y, después de un largo período de conversaciones con el ayuntamiento de Barcelona, arrancamos el proyecto Muros Libres, en el que habilitamos muros legales que podían ser reservados a través de una plataforma para ser intervenidos artísticamente. En los 5 años posteriores, la web ponía a disposición más de 6km lineales de muros por toda la ciudad.
En 2017 creamos la plataforma WALLSPOT para poder internacionalizar la idea y dar acceso a otras ciudades a poder incluir sus muros en la web. También lanzamos la app para que las reservas de los muros pudiesen hacerse desde el móvil.
A medida que el proyecto ha ido madurando, hemos podido lanzar iniciativas específicas para promocionar la comunidad de creadores como programas de intercambio entre artistas de diferentes países, cursos formativos y proyectos de promoción profesional. A día de hoy el proyecto está en más de 20 países y cuenta con más de 8.400 personas registradas y más de 14.000 reservas de muros realizadas por la web.

¿Puedes resumirnos brevemente el proceso con el que un muro puede convertirse en un
muro libre, 6 años para conseguirlo?

El proceso es largo y arduo… Convencer de esta necesidad a políticos, funcionarios y ciudadanos no es fácil. Sin duda los espacios con más libertad y donde puede participar más gente son los espacios más susceptibles de que surjan conflictos. Y ese miedo paraliza a los ayuntamientos.
El proceso: paciencia, persistencia y muchas conversaciones. Lo más fácil es proponer los espacios; lo difícil es convencer que el ayuntamiento dé el paso de habilitarlos.

¿Puede esto desbancar el graffiti y su formato actual?

Si este proyecto continúa en un futuro, tendrá una limitación de espacios determinados cedidos por el ayuntamiento, las personas que pintan graffiti no tienen esta limitación. Sin duda la gente que quiera pintar en la calle gana un espacio y el graffiti gana uno más.

¿Puede que sea más criminalizado el graffiti si no pasa por el aro de la legalidad?

El graffiti seguirá siendo graffiti y, por lo tanto, ilegal en su base más pura. Por eso, no creo que sea más o menos penalizado en función de si existen esos espacios legales.

¿Hay un plan detrás de todo esto para enriquecer asociaciones que gestionen el uso del
espacio?

Todas la entidades y artistas que trabajan con proyectos de arte urbano/graffiti (festivales, publicidad, jams, murales comisariados, cierres o muros libres) sacan un rendimiento del trabajo que hacen del espacio público. La mayor parte están financiados por ayuntamientos o empresas privadas. Gracias a eso se puede pagar el trabajo de los artistas, gestores, licencias, seguros de responsabilidad civil, pintura, etc.
Dudo que nadie que quiera hacerse rico vea en el sector cultural una oportunidad para conseguirlo, menos en España e incluso menos todavía en el ámbito del arte urbano y el graffiti. Ahora bien, nos ganamos la vida con esto, como cualquier otro gestor cultural del sector de las artes visuales o escénicas…

¿Estas asociaciones no incluyen a personas dentro de sus miembros que apoyan y conocen el
graffiti?

Desde que creamos Rebobinart siempre hablamos con escritores y artistas para conocer opiniones, escucharlos y entender las necesidades, los errores, las mejoras… Es un camino de aprendizaje y a base de ir avanzando y de haber tropezado alguna vez, aprendes a tener todo mucho más en cuenta.

¿De dónde sacan dinero o cual es el interés o intercambio para que esto resulte lucrativo?

La financiación de cualquier proyecto en el espacio público es o bien pública o bien privada. En nuestro caso, Wallspot Madrid está financiado por el ayuntamiento.
Con ese dinero, conseguimos cubrir los costes de material para la producción de proyectos y tener el equipo necesario para ejecutar las acciones de dinamización de los muros.
En Madrid ha sido una prueba piloto y esperamos que el ayuntamiento quiera seguir con la iniciativa.

¿Qué diferencia puede haber o como esta nueva oportunidad puede dar pie a un formato
mejorado?

En Barcelona empezamos con muy mal pie, teníamos al ayuntamiento en contra y a una parte muy importante de los escritores y muralistas de la ciudad también. Poco a poco muchos artistas y escritores han visto los beneficios de poder pintar de forma legal en la ciudad y también la visibilidad y las facilidades que esto aporta.
Después de 9 años de muros legales las nuevas generaciones que no pintaban en esa época se piensan que los muros legales siempre han estado allí y creo que no son conscientes del trabajo que se ha realizado durante tantos años para conseguirlos y mantenerlos.
En Madrid la cosa es diferente. Ya hace años que se hacen acciones de arte urbano o graffiti por toda la ciudad pero ninguna entidad ha realizado ninguna acción para ofrecer muros a todo el mundo. Por eso muchos artistas y escritores han valorado de forma positiva esta iniciativa ya que se les ofrece por primera vez un espacio legal donde pintar de forma
tranquila.
Hace 6 años que estamos hablando con diferentes personas de la ciudad de Madrid y escuchando sus opiniones y espero que conjuntamente con esta experiencia de 9 años de gestión de muros en Barcelona nos ayude a resolver y mejorar lo realizado en la ciudad condal.

Después de ver lo sucedido en las pruebas y con tu experiencia en el desarrollo durante años.

¿crees que estamos preparados para esto? ¿Cuáles son los conflictos que han ocurrido en
Barcelona que han de evitarse y cuáles serán inevitables en Madrid?

Yo creo que es una necesidad urgente que Madrid cuente con espacios legales para que las personas puedan expresarse de forma libre y legal.
En el espacio público nos encontramos todos, con diferentes opiniones y valores. Sin duda van a salir conflictos y discrepancias. Todo lo nuevo genera un cambio de dinámicas y a unos les gustará y quizás a otros no tanto.

¿habrá más graffiti ahora por esta acción?

No tengo claro si habrá más o menos graffiti ya que eso depende de cada escritor. Lo que resulta evidente es que los espacios legales permitirán naturalizar que los muros ya no sean grises. Y eso, creo que, sin duda, será bienvenido.

Fotografías y video por: @77fgr

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