"No sólo ganamos que nuestras retinas pudiesen experimentar paisajes totalmente cubiertos de ese manto blanco inusual, con estampas de una película en Alaska.
Ganamos una motivación y una actitud de graffiti de la que madrid siempre ha gozado, pero que necesitaba reafirmación.
Ese pequeño tropiezo de las organizaciones que dejó sin previsión y sin capacidad de maniobra a los, amigos de seguridad y por 2 días a los cuerpos del estado preocupados de lo importante y no de las “pintadas”
Y así fue, los escritores de madrid dieron golpe ganador sobre la mesa, desde que se detuvieron los trenes allí donde pudieron el viernes a la noche.
No hubo tregua.
No faltaron writers a esta peculiar pero obligada cita, donde muchos pasaron por verdaderas hazañas cual expedicionarios del Everest, horas con la nieve hasta la cintura, en busca de ese tómbolo.
Como si se tratase de un bufete libre de oportunidades ,trenes, metros, calle, y así gastando todas las latas de la reserva, por allí donde pudieras desplazarte.
Y si el viernes había oportunidad el sábado más y así un largo fin de semana.
La semana empezaba como acabo con casi todo bloqueado y alguna línea de cercanias abierta.
También dar gracias a quien estuvo a la altura que fue el metro dando servicio y movilidad , incluso haciéndolo 24h y dejando más tombolos si cabe ."
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